Las auditorías sirven como herramientas para apoyar los sistemas de gestión y sus controles, objetivos y políticas, así como para conocer la situación real en la que las organizaciones se encuentran y sobre las líneas de actuación que la misma puede tomar para mejorar el sistema, el producto u otros aspectos del desempeño.
Como ya os dije en anteriores artículos, ya se ha publicado la nueva versión de la norma UNE EN ISO 19011:2012, donde nos marca las directrices para la auditoria de sistemas de gestión (si quieres releerlo)
Para conseguir estos propósitos es imprescindible que las auditorías se realicen respetando determinados principios que enmarcan de los que depende que el resultado y las conclusiones de las mismas sean pertinentes y suficientes, estros pueden ser:
Integridad: El fundamento de la profesionalidad. La integridad del comportamiento de los auditores es de vital importancia, los auditores deberán:
- desempeñar su trabajo con honestidad, diligencia y responsabilidad.
- Observar y cumplir todos los requisitos legales aplicables
- Demostrar su competencia al desempeñar su trabajo
- Desempeñar su trabajo con imparcialidad
- Y ser sensible a cualquier influencia que se pueda ejerceer sobre su juicio.
Presentación imparcial: La obligación de informar con veracidad y exactitud.
Las conclusiones de la auditoría deben contener (en un informe) con absoluta veracidad y la máxima exactitud todo aquello que haya ocurrido durante la auditoría incluyendo aquellos aspectos que suponen obstáculo para los objetivos de la auditoría y los desacuerdos entre el equipo auditor y el auditado.
Debido Cuidado profesional: La aplicación de la diligencia y el juicio al auditar.
Se den realizar las auditorías con el cuidado que merece la confianza que se ha depositado en los auditores. Este cuidado incluye el respeto hacia el auditado y la competencia para realizar esta tarea.
Confidencialidad: Seguridad de la información.
Los auditores deberán ser discretos con el uso y la información adquirida durante el proceso de la auditoria. No deberá usarse inapropiadamente para beneficio personal del auditor o del cliente de la auditoria. Y con especial atención a la informació confidencial.
Independencia: La base para la imparcialidad de la auditoría y la objetividad de las conclusiones de la auditoría.
Es esencial y absolutamente obligatorio que los auditores que realizan las auditorías y las personas que elaboran y controlan los programas de auditoría actúen de forma independiente y sin conflictos de intereses. Asimismo las organizaciones que realizan auditorías (de cualquier tipo) deben ser independientes del resultado de las mismas de manera que se pueda asegurar que las conclusiones está basadas solo en las evidencias objetivas.
Enfoque basado en la evidencia: El método racional para alcanzar conclusiones de la auditoría fiables y reproducibles en un proceso de auditoría sistemático.
Enlazamos con el Principio anterior, las evidencias son las vías para tomar conclusiones, son verificables y consultables y componen la muestra del examen practicado. El uso de técnicas de muestreo contrastadas supone que los resultados de la auditoría serán fiables. Es conveniente definir los criterios que la organización auditora va a seguir para realizar convenientemente los muestreos y recomendable basar estos criterios en normas reconocidas sobre técnicas estadísticas.
Todo esto y mucho más lo podrás encontrar en el curso «Auditorias de Sistemas bajo la norma UNE EN ISO 1011:2012»